No voy a dar excusas, lo admito: esta entrada es puro entretenimiento. No, no creo que vaya a salir nunca 'Citas 101: La mujer de Corea' pero hey, del futuro no hay nada escrito.
Después de tantas entradas serias decidí traerles algo más ligero pero igualmente informativo (o así me he convencido después de repetirlo para mí misma unas veinte veces...). Pero déjenme decirles lo sorprendida que estoy de cómo una web centrada en sociología me llevó a descubrir toda una red de blogs de mujeres extranjeras viviendo en Corea y saliendo con hombres locales. La mayoría no sirven más que para alimentar el morbo, pero hay unos cuantos que de hecho ofrecen una única y muy útil visión de la sociedad coreana y del hombre coreano en particular, que al ser un extranjero quien escribe ayuda mucho a la hora de "traducir" aspectos culturales de los que un nativo pueda ni ser consciente.
CITAS 101 - [Parte 1]
En la primera "entrega" tenemos a I'm No Picasso, quien enumera una serie de características de un "buen" novio coreano. Ella de hecho encuentra a varias muy molestas, y las tacha de desventajas. Coinciden ustedes con su opinión, o desearían tener un novio así?
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Prefacio: Mentalidad del Hombre Coreano
Los jóvenes coreanos "operan" en un nivel muy diferente al de los jóvenes americanos alrededor de la misma edad. Suelen llevan una vida muy separada según su género, y para el momento en el que llegan a mi edad, lo más usual es que apenas hayan tenido un par de años de experiencia en citas. Además, la mayoría (y realmente digo LA MAYORÍA) viven con sus padres, al punto en que se encontrarás sorprendiéndote de conocer a una persona soltera que viva por su cuenta. Muchas de las mujeres jóvenes que conozco están desempleadas, o a penas tienen un trabajo, y todo lo que esperan es encontrar un marido y así renunciar a sus empleos.
Ahora bien. Ése no es el caso con todas, ni tampoco el de la mayoría. Pero es un gran porcentaje. Y siento que es importante hacer hincapié en que no tengo la sensación de que las mujeres se sientan atrapadas en esta situación - de hecho, he escuchado a muchas jóvenes quejarse de que los hombres coreanos están comenzando a esperar que sus esposas trabajen también, para ayudar a combatir los precios cada vez más altos de educación, y que desearían poder conocer a un hombre "de la vieja usanza", que les permita quedarse en casa y criar a los niños. No estamos hablando de una cultura impuesta por un único lado. Muchas mujeres, al escuchar a un hombre decir que quieren que sus esposas se queden en casa, se sienten aliviadas de haber, finalmente, conocido a un caballero. [Aquí se me dio por pensar en aquél comentario que Shindong, cantante de Super Junior hiciera una vez, sobre que su esposa se quedaría en casa. ¿Quizás en realidad su comentario tuvo una base más cultural que de conducta machista?]
Sin embargo, no estamos hablando de mujeres coreanas, o sí? Estamos hablando de mí. De una mujer que fuma, que se bebe un par de cervezas como los mejores, que insulta como un marinero que camina por allí llena de tatuajes en camisas y camperas de bombero. A lo que me refiero es que: no soy "tierna". No tengo nada en contra de lo "tierno" - pero yo no lo soy.
Por donde sea, cuando le preguntas a un hombre coreano qué le gusta en una mujer, tarde o temprano terminará diciendo "que sea tierna". Siéntense en cualquier cafetería en cualquier tarde, y verán mesas y mesas llenas de parejas, mitad de las cuales tendrán chicas hablando con algún ceceo, sacándose rutinariamente el cabello de en frente de los ojos, golpeando el piso con sus pies, lloriqueando, "opaaaaaaaaaaa!" e inflando los cachetes como un globo. Así:
No soy adorable (...) excepto cuando hablo en coreano. Cuando hablo en coreano, tartamudeo. Cometo toda clase de errores ridículos. Me sonrojo. Me río de más. Bajo los ojos. Y, obviamente, no puedo decir nada demasiado obstinado o cortante. He estado en más de una ocasión en la que un hombre literalmente se caía de la silla intentando inclinarse hacia mí cuando hablo en coreano, sólo para después cambiar la conversación a inglés y que su rostro mude a uno de horror total. No porque de pronto me convierta en alguna psicópata desvariada, sino que ése es el nivel de contraste en cómo hablo coreano y cómo hablo inglés. Okay. Pues, cuando hablo en coreano, soy adorable. Pero eso es porque hablo coreano como una niña de tres años. Definitivamente no lo hago a propósito, y espero no seguir así por mucho tiempo.
[Aclara después que no es ése el caso con todos los hombres, que la mayoría aceptan su carácter - en cierta forma, el carácter de la mujer occidental en general, porque en general tenemos una personalidad mucho más fuerte que la de las asiáticas - sin problema alguno.]
Pero es entonces [una vez que conozco a un hombre que no tiene problemas con mi carácter] que empiezo yo a tener problemas con ellos. No con ellos en sí, per se, sino con la "cultura de citas". O la cultural "hombre-hacia-mujer". O como quieran llamarlo.
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1) Pagar
El coreano siempre paga. Ahora bien, no encuentro esto taaan diferente a mi cultura - tengo aún fresca en la memoria una discusión de 20 minutos con un amigocuasinovio porque no me dejaba pagar mi cena - pero aparentemente, gran cantidad de hombres coreanos se sienten insultados si la mujer insiste en pagar su parte. Algunos hasta lo ven como un indicativo de que no tienes ganas de seguir saliendo con ellos.
Y no se trata de pagar sólo una salida, una cena... también incluye taxi, todas las bebidas, cualquier chuchería que la nena quiera comprar... completamente todo. Por no mencionar que las cenas parecen volverse más y más caras a medida que pasa el tiempo, porque el coreano seguirá insistiendo en alimentarte aún si le has repetido una y otra vez que no tienes hambre.
2) Planear
Mujeres, a relajarse. Cuando en una relación, el coreano es quien planea todo. Así lo explica I'm No Picasso: "No quiero comer allí. Lamento que lo hayas decidido tres días atrás el lugar a donde iríamos a comer sin preguntarme porque es un lugar apropiado para llevar a una chica, pero no quiero ir allí. Además, es lindo que lo hayas pensado tanto, pero como que a mí también se me habían ocurrido algunas sugerencias. Eso no quiere decir que no me guste lo tuyo - es sólo que yo también tengo cosas que quiero mostrarte y compartir contigo. ¿Te parece bien? ¿No? Bueno, pues, me temo que a esta altura me estoy comenzando a irritar contigo."
O al menos ésa era su reacción inicial. Después explica que, aparentemente, las mujeres coreanas esperan y dan por sentado que serán los hombres quienes planearán la agenda. "Es parte de su habilidad para probar que es un pretendiente digno de considerar" - ay, ay... me estoy matando de risa -; es, en general, su deber mantenerla entretenida a lo largo del día. Cuando una empieza a contradecir sus planes, está mandando dos clases de mensaje: A) No me gusta lo que has ideado - arruinaste todo y ya mismo te borro de mis contactos de teléfono o B) Por qué planeaste todo para hoy? Pensaste que esto era una cita? Sólo somos amigos que están pasando tiempo juntos. Porqué eres así? - lo cierto es que entonces no los culpo por histeriquear.
3) Mensajitos
Y aquí llegamos al Santo Grial, a lo que MSA tanto quería saber - porque MSA se asombra de todo el tiempo que se pasan mandándose mensajitos de celular, y porque MSA con suerte manda uno por día. ¿Se morirá mi futuro novio coreano si no lo saludo todas las mañanas con un "dormiste bien?"?
"Sí, realmente, es una buena mañana. Y déjame ahorrarte el lío - también voy a pasar una buena tarde y una buena noche. Estoy comiendo arroz de almuerzo. ¿Qué tal tú? ¿Arroz, también? Quién lo habría pensando... ¿Qué estoy haciendo ahora? Trabajo. Eso es lo que generalmente hago desde las 8 hasta las 5 un día de semana - ciertamente era lo que estaba haciendo cuando me mandaste un mensaje para preguntarme lo mismo ayer a la tarde. Realmente no han cambiado mucho las cosas desde entonces. Sí, ahora me estoy yendo a la cama. Tendré dulces sueños, muchas gracias. "Hola! ^^" Lo mismo digo! ¿Te vas a tomar una ducha ahora? Bueno, gracias por avisarme. Si no lo hubiera hecho, podría haberme entrado pánico después de 30 minutos sin un sólo mensaje de tu parte."
4) La mañana, la semana, el mes, y el año después
Para una persona que con suerte recuerda las fechas de cumpleaños de unos pocos allegados cercanos - de hecho, mi familia me avisa entre sí -, el amor que sienten los coreanos para con los aniversarios me pondrían en apuros gigantescos. Porque si ya el hombre coreano presta tanta atención a las fechas, y se supone que las mujeres sean aún más atentas... omo, otokeyo? Hago marquitas en la pared de mi habitación? Juro que pierdo la cuenta antes de los cataclísmicos 100 días.
5) El bolso: aka, La Inhabilidad de Sostener Nada
Ni voy a intentar ocultarlo: amo esto. El coreano sufre una incapacidad visual - no puede ver a ninguna mujer con cosas "pesadas" en las manos. El coreano correrá a su lado a relevar a la damisela en cuestión... a menos claro que se trate del hijo. Ésas bolsas de papa sí pertenecen entre los brazos de sus progenitoras.
Como mujer que creció sosteniendo todo lo que su padre le pasaba (porque la incapacidad de él consiste en tener cosas en las manos, no lo aguanta), de buen gusto le entregaría a quien quiera lo que sea que tenga en las manos. Ahora bien, si en la cartera tengo mis 1001 herramientas y salvavidas varios, no me sentiría a gusto con alguien quitándomela de las manos.
6) ...Quieres que salga en público usando qué?
Kim Hyun Joong, parece que estás solo en tu aberración a los polos combinados. Si le das una oportunidad, el coreano te llevará un día de comprar para elegir ropa misteriosamente similar... que, en la mayoría de los casos, es también cursi. Muy cursi.
De acuerdo, coreano, te acepto la remera. Pero alcánzame unas tijeras que le hago unas "modificaciones"...
7) Bromitas
Las bromitas... y por bromitas me refiero a ésas que te hacía el nene de primaria al que le gustabas pero como no sabe expresarlo a cambio te jalaba el pelo y te tiraba porquerías desde el patio de juego. Creo que todos hemos visto en algún drama este "aspecto" de las parejas coreanas: los empujones, despeinar a la novia, el intercambio rápido como ametralladora de broma-barra-insulto, etc etc etc.
A mí en lo personal esto no me jode - si algo, me da risa XD - pero puede traer un verdadero problema a las mujeres orgullosas o con un alto sentido del respeto que no soporten que sus seres amados se burlen constantemente de ellas - ya sea en broma o no. En palabras de I'm No Picasso, "Err, no. Somos adultos, no le veo el chiste."
8) "Sólo llámame oppa."
Ah no. Eso no. Ya lo dije antes, no le digo "oppa" a nadie, jaja. 'Ahjussi' quizás, pero hasta ahí. Por qué les gusta tanto, de todos modos? Es algo que no entiendo.
Este punto es apenas un vistazo rápido a la dependencia al idioma y a los "títulos" a la hora de establecer y de identificar una relación - y sí, por si estaban dudándolo, a la mayor parte de los coreanos les encanta que les digan "oppa".
9) Qué dulce. Pero no te creo.
Los coreanos han desarrollado todo un arte a partir del acto de "besar traseros". Los elogios y las frases dulces y amables les caen más rápido de la boca que la lluvia en medio de un monzón - sus cerebros ya están automáticamente programados para dispensar cumplidos a diestra y siniestra. Lo primero que un extranjero (y las mujeres en particular, obviamente) tienen que tener en claro es que alrededor de un 80% de lo que dice un asiático es pura labia, y no lo que quiere decir en serio. Claro que siempre hay excepciones, pero estamos hablando de una cultura que guarda muchos sus emociones - y no porque hablen y sonrían más son los coreanos más extrovertidos que sus vecinos japoneses. (Bueno, sí lo son, pero no por eso)
I'm No Picasso explica en otra entrada algo que me resultó interesante: "Los occidentales bromean con el sexo; es algo inofensivo, comentarios que se lanzan entre amigos y que no tienen mayor importancia (...) Los coreanos, en cambio, a los que jamás escucharás soltar bromas sexuales - al menos no en una reunión casual -, bromean sobre el amor. Es perfectamente común escucharlos, después de unas copas de alcohol, parlotear sobre qué bellos ojos tienes y qué preciosa sonrisa y me encantaría casarme contigo o te amo hasta la muerte... pero son sólo palabras. No se trata de un 'jugador', sino que es algo cultural, hasta casi inconsciente. Las mujeres coreanas saben esto y no lo consideran más de lo que realmente es, una forma de divertirse."
10) Salvar cara.
Aquí es donde más diferimos I'm No Picasso y yo, porque mientras que ella odia la cultura de "salvar cara" oriental, yo vengo empleándola desde antes de saber que tenía un nombre.
Desde el punto de vista de un occidental, franco y directo al punto, los rodeos y las evasivas, o las completas mentiras de los coreanos pueden ser consideradas como el peor insulto a recibir. El coreano ha sido criado con la mentalidad "proteger la armonía del grupo a costa de la conformidad personal", y rara vez expresará sus sentimientos u opiniones personales sin antes dar un graaaaan rodeo con frases neutrales perfectamente educadas pero que dicen poco o nada de lo que sientes. Realmente, los coreanos como políticos ganarían todas las elecciones.
Además, salvaguardar la reputación de uno es sumamente importante, y el coreano velará tanto por su reputación como por la de sus compañeros, amigos y novia - aún si esto requiere mentirle de frente. I'm No Picasso presenta una anécdota en la que un amigo la dejó sola en un bar con otro extraño (un extraño con quien ella estaba más que cómoda), "porque realmente tenía que irse pero se sentía terrible al respecto", sólo para resultar al final que en realidad se había ido junto a unas mujeres que había conocido en el mismo bar. Desde su punto de vista, su amigo le había mentido en la cara y sin remordimientos, pero desde el punto de vista de él, se había comportado perfectamente bien e incluso mejor, porque estaba justificando que ella se quedara sola con aquél extraño en el bar. Había seguido todas las pautas sociales y había sido responsable.
Para terminar, ella aclara:
Es importante recalcar que cada una de estas cosas hacen que un hombre,
en Corea, sea un "buen" novio. Si está haciendo todo esto, está haciendo las cosas bien.
Al final del día, los hombres coreanos siguen siendo hombres. Si una mujer les dice que no tienen que mandarle mensajes de texto cada cinco minutos, o que sí, en serio, realmente está contenta sin salir a pasear con remeras combinadas, 9 de cada 10 coreanos se sentirán aliviados de no tener que prestar tanta atención.
En la segunda parte voy a traer una lista más seria, del blog de una canadiense casada y viviendo a gusto en Corea, que de paso profundiza más en todo el asunto del "casamiento". A mí siempre me pareció extraño que los rivales amorosos decidieran que se querían casar con la protagonista después de tres citas (*cough*What'sUpFox*cough*), pero resulta que eso también es una característica del cortejo en Corea.