Celebridades al borde del abismo

Dios, el título de esta entrada suena demasiado a título de un periódico amarillista. Perdón.

Mis ánimos ahora mismo están... por el suelo. Un actor al que respetaba mucho, cuyos personajes me trajeron alegría y llanto, hoy me hace llorar por sí mismo: el señor Park Yong Ha ha muerto hace ya unas horas. Como si eso no fuera ya suficiente, todo parece indicar que se ha suicidado.

Aquí me voy a volver personal... me disculpo por adelantado. El suicidio es una de las muertes que más detesto. No puedo llorar por un suicida: fue su decisión y es el único responsable por sus actos. Si lloro y reniego por los que quedan con vida, con los que se culpan unos a otros, buscando desesperanzados ese "y qué hubiera sido si...", pensando en todas las maneras en las que podrían haber evitado que su ser querido decidiera quitarse la vida.

Entonces, teóricamente, esta noticia no debería haberme afectado tanto como lo hizo. Pero es que, cuando se trata de actores favoritos muertos, yo parezco haberme sacado todos los números...

Creo que no miento si digo que el primer actor asiático que la mayoría de los occidentales conoció es Jackie Chan. El tipo tiene más cintas bajo su brazo que una tienda de alquiler de películas. Es también uno de los pocos "chinos" (y éste sí es chino!) que realmente ha logrado establecerse como un actor de Hollywood. El que eso sea algo bueno o malo es otro tema... En fin, a lo que iba: en mi caso, sin embargo, el primer chinito que conocí fue a Leslie Cheung. En mi país tenemos un canal que suele pasar cine internacional bastante a menudo, y es así que incluso antes de Jackie, ya estaba viendo películas donde entendía la mitad de los subtítulos y donde todo el mundo se veía igual - pero que me encantaban. 

El Señor Cheung tiene un auténtico récord de interpretaciones. Cantante de profesión, incursionó en el cine de la mano de varios directores veteranos como Won Kar Wai o Chen Kaige, bajo quienes protagonizaría A Better Tomorrow  y Farewell My Concubine, respectivamente, joyas del cine hongkongés.

Este hombre tenía todo de su lado: gran apariencia, un carisma desbordante, buena voz, una habilidad para actuar increíble... entonces, ¿por qué terminó suicidándose en el 2003? Había nacido en 1956, se había enfrentado a los períodos más duros en China, había admitido públicamente su homosexualidad y tenía una pareja reconocida... Leslie Cheung se había enfrentado al mundo y había ganado, pero víctima de una depresión clínica que venía arrastrándolo desde años, producto de la presión, del rechazo y de las mismas expectativas de sus fans, terminó tirándose de un edificio.

Hace tan sólo un año que me enteré, buscándolo de entre lo que recordaba de mi fanatismo de niña... Leslie, fuiste el primero en hacerme llorar.

No derramé lágrimas por el suicidio de Choi Jin Shil, en el 2008, pero no por eso no me impactó. Mujer talentosa y de carácter memorable, su carrera no era tan extensa pero ya se la consideraba una de las mejores en su campo.

Después de un divorcio particularmente feo, y junto a gran presión por parte de su agencia y de varias compañías que la demandaron por quebrar la imagen "pura" que se esperaba de ella, la actriz decidió irse de este mundo, dejando a dos pequeños niños bajo el cuidado de su hermano. Hermano que, un año después, siguió sus pasos...

En el 2009, aproximadamente 35 personas se suicidaban por día - estamos hablando de casi 13,000 al año. No sé cuánto han variado las estadísticas, pero sí sé que, actualmente, el suicidio es la 4ta causa más recurrente de muerte en Corea.

Presión de la sociedad, una necesidad constante de mantener un perfil limpio y "puro", ajustarse a las reglas de todos, tener un cuerpo perfecto, regaños y las tenazas constantes de sus compañías, acoso virtual por anti-fans en internet, el ojo crítico de padres y familia, o el mismo hecho de una economía que desde hace dos años se viene recuperando pero no lo suficientemente rápido, todas estas son causas que rápidamente llevan a nuestras celebridades a la decisión de matarse. 

Lo que es peor, cada vez que un "famoso" se suicida, la taza de muertes aumenta: tal y como sucedió en occidente con la muerte de Kurt Cobain, fanáticos, amigos, familia o simplemente personas que estaban dudando se suben al "vagón del suicidio" y  acaban con sus vidas en un corto período de tiempo.

Park Jin Hee (The Woman Who Still Wants To Marry; Giant) escribió su tesis universitaria alrededor de el siguiente enunciado: "4 de cada 10 actores sufren o han sufrido de depresión, y han tenido arrebatos suicidas en algún momento de sus carreras." Para su investigación, entrevistó a 260 actores en el 2009, cuyos salarios iban de entre los $10,000 dólares por episodio a menos de $1,000 por mes. Park estableció que la mayoría sufría a causa de la vida tan inestable que llevan. La percepción común es que su estatus peligra a cada momento y que dependen exclusivamente de las percepciones del público, sin tener control alguno sobre sus propias vidas.

A menudo son forzados a esconder su verdadera personalidad para aparecer "amigables" y "fáciles de querer", y varios confesaron que "tener que mantenerse constantemente jóvenes y dichosos" es agotador y desgastante al máximo.

Así es como, a pesar de mis sentimientos normales respecto al suicidio, no puedo dejar de considerarlo en el contexto de angustia casi permanente a la que están sujetas muchas celebridades e incontables coreanos. Todo lo que me queda, pues, es sentir pena y confiar contra todo pronóstico que los coreanos re-evalúen esta horrenda "práctica" y se den cuenta que no vale la pena perder la vida.

Todos nos reímos cuando en los dramas hacen alguna referencia a "ir a tirarse del Río Han...", pero la triste realidad es que, ciertamente, gran cantidad de suicidas escogen al río de Seúl para dejar este mundo.

Espero de corazón que hayan encontrado la paz y tranquilidad que tanto los eludió en vida. Cuando regresen, la próxima vez (para aquellos que no siguieran el cristianismo), ruego porque tengan una existencia más pacífica y feliz.

@ KoreaTimes, Hancinema