Una amiga mía me dijo una vez: “Qué suerte que tienen esas chicas coreanas de tus series… ni una sola vez he visto a alguien fumando! Ya desearía que mi novio fuera más parecido a ellos”. Justo acababa de tener una discusión con dicho novio, por lo que no tuve el corazón para corregirla – lo cierto es que su información no podía estar más equivocada, pero tampoco es extraño que se haya llevado esa impresión.
Corea tiene una lista de contradicciones que resultan bastante extrañas ante los ojos de un extranjero, y una de ellas es el cigarrillo, y los fumadores. Nunca en la televisión verán a un coreano - hombre o mujer, anciano o niño, policía o mafioso – fumando. En varios dramas hasta he visto una reacción muy negativa ante la mención de este hábito, ampliamente “reprobado”. Por lo tanto, es una conclusión normal asumir que en Corea casi no se fuma… siendo que en realidad es uno de los 20 países en el mundo donde más se consumen cigarrillos.
Por lo tanto, encuentro muy interesante (por no decir confuso) la reacción violeta del público y las cadenas de televisión cuando una celebridad es agarrada fumando en televisión – aunque sea por accidente, como en el caso de Eun Ji Won, en un momento durante el programa 1N2D. Lo interesante de todo esto es que los cibernautas en general no se enojaron con Ji Won; la gran mayoría simplemente se preguntaba por qué el programa no había editado mejor ese episodio. “Entiendo que el reparto y el staff para filmar todo – sin embargo, no debería el staff ser más considerado a la hora de editar ciertas cosas?” La KBS incluso se disculpó (esta soy yo sin creérmelo) por haber permitido que esa “controversial escena” apareciera en televisión, y se canceló la repetición de esa semana del episodio en cuestión.
Ya, no vaya a ser que hieran nuestras sensibilidades.
8 de cada 10 hombres fuman, y no hay ninguna restricción real respecto a dónde pueden o no hacerlo. No sé en sus respectivos países, pero en Argentina – bueno, más específicamente, en mi provincia – hay una ley que prohíbe estrictamente el consumo de cigarrillos en cualquier local público cerrado. De hecho se ha vuelto tan normal para mí el que salgan afuera para fumar que el otro día, cuando unos amigos de amigos fueron a jugar cartas a su casa, me quedé parada frente a la puerta de la cocina sin poder creer la nube de humo que se había apoderado de la habitación. Era como navegar por una noche de niebla que olía mal y hacía que me ardieran los ojos. Recuerdan a Gun Wook, nuestro protagonista amante de chupetines de Bad Guy? Es común en el mundo de los dramas el utilizar palillos, chupetines u otra cosa similar a un cigarrillo para evocar esa idea – en algunas de las series más “arriesgadas”, el personaje juega con un cigarrillo real pero nunca se lo ve encendiéndolo, o llevándoselo a la boca.
El único medio de entretenimiento que parece librarse de estas restricciones es el cine, donde se puede ver a los actores fumando – o una estela de humo digitalizada, en todo caso, si no son fumadores. Controversia, dobles estándares y televisión coreana aparte, también son interesantes las razones por las que los coreanos fuman. Una vez me dijeron, “no tiene sentido preguntarle a un fumador porqué fuma. Es un gusto; los gustos no tienen justificación”. Bueno pues, aparentemente este escritor disiente. El Expatriado nos trae cinco razones muy coreanas para agarrar un cigarro:
Más allá de cualquier tentación juvenil, de curiosidad o simple presión de grupo, los jóvenes coreanos tienen que enfrentarse al desafío más difícil para un no-fumador: el servicio militar. Hasta mediados de los noventa, los cigarrillos eran proveídos a los soldados junto a su café y al té. Las marcas cambiaban (Hwarang, 88, This), pero era gratis y posiblemente estaban incluidas en sus raciones. En la actualidad ya no se les da cigarrillos, pero sí se los ofrecen a un precio con descuento. Claro, no tienen que fumar, y mientras que nadie les está forzando a darse “el gusto”, aquellos que decidían elegir un par de pulmones saludables a menudo terminaban haciendo más trabajo que sus compañeros fumadores simplemente porque cuando estás fumando no estás trabajando. Como resultado, muchos jóvenes empiezan con el hábito en la milicia, y cuando vuelven a la vida civil tienen dificultades para dejar la adicción.
2) Expresarse:
Si fueran a preguntarle a un coreano por qué fuma tanta gente, dirán que lo hacen por estrés. Algunos quizás ofrezcan excusas graciosas como “Estaría mucho menos saludable si no pudiera deshacerme de mi estrés fumando”, pero sabemos que eso no tiene sentido. Fumar puede disminuir la respuesta física al estrés, pero no hace nada para deshacerse de él o para curarlo. Gente alrededor del mundo entero está estresada. Corea no es la única en ese campo. El asunto realmente es que los coreanos, en general, no usan los medios tradicionales para quitarse el estrés. En vez de expresarse a sí mismos y resolver los problemas, la mayoría los embotellan en su interior (o se tiran de un edificio).
Los coreanos pueden ser muy pasionales cuando se trata de su orgullo nacional, pero cuando es respecto a ellos mismos o a sus seres amados, el silencio es el “método” apropiado. Para hacerlo corto, la maldición del respeto es la que entra en acción. Molestar a otros con tus problemas está visto como algo irrespetuoso y egoísta. Junta eso con el hecho de que el lenguaje coreano y su estructura no es muy cálido, y tienes la receta para una bomba de estrés. Sin forma de liberarlo, buscan maneras para entumecerlo. Y allí entra el tabaco.
3) Tiempo Libre
Sí… los coreanos no tienen. Seguro, puede que algunos se vayan a Jeju por el fin de semana o se tomen un día libre de vez en cuando, pero en general no tienen una cultura acostumbrada a relajarse. Debido a esto, buscan soluciones rápidas y gratificantes. Fumar, beber, salones, bares “sexy”, “cuartos de besos”, golf virtual, cafés PC, arcades y karaokes son todos medios rápidos para conseguir lo que buscan. Pueden moverse de uno a otro en un tiempo relativamente corto. Es una cultura que se enorgullece por su ritmo rápido. Cuando generación tras generación busca esta clase de gratificaciones, el tabaco siempre encontrará su lugar. En mi edificio, hay una oficina donde los hombres se toman descansos para fumar cada 30 minutos, descansos de 10 minutos cada uno. Si sacan la cuenta, pronto se comenzarán a darse cuenta por qué tienen que trabajar durante tantas horas.
4) Vida laboral VS. Vida familiar
El trabajo es muy importante para el hombre coreano. Si tiene menos de cincuenta años puedes asumir que trabaja todo el día y por muchas noches. No es que quiere pasar el tiempo lejos de su familia, sino que tiene que trepar la escalera, alcanzar una promoción y avanzar. Cuando la familia no es el centro de tu mundo, las prioridades cambian. En el hogar, normalmente querrás una linda, tranquila, pacífica y pura atmósfera sobre la que puedas tener algo de control. En el trabajo, sin embargo, es un ritmo rápido de trabajar-trabajar-salir a beber hasta altas horas de la noche, una orgía de cigarrillos y licor opuesta a la deseada en casa.
5) Costo
Y, finalmente, el que a mi parecer es el mayor problema: cigarrillos baratos. Una de las primeras cosas que nota un fumador extranjero al llegar a Corea es que los cigarrillos son baratos. Recuerdo haber estado felizmente sorprendido por esto cuando llegué. Es difícil encontrar un paquete de Marlboros a más de 3 dólares. Estoy bastante seguro de que el porcentaje de fumadores caería dramáticamente si los precios fueran a alcanzar el precio en los Estados Unidos o Canadá. El precio de los cigarrillos ha estado prácticamente congelado desde el 2000.
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