Tengo un problema con este drama. No es su culpa, sino del tiempo. Capital Scandal es un drama que pasó bastante desapercibido en el 2007, entre rivales más populares – nunca tuvo realmente una oportunidad para brillar. Es una pena, porque no sólo se ubica en una línea temporal muy poco usual (1930, durante la dominación japonesa), sino que sus protagonistas son personajes bastante originales, muy buen actuados, con una gran música y una historia bastante buena.
Si no tienes con qué compararla. Aquí viene mi problema: muy poco antes ver el drama, me crucé con una película del 2008 llamada Modern Boy – ciertamente no una de las mejores películas que he visto, pero ambientada alrededor de la misma época, con mejor escenografía y la misma idea central. Una de las diferencias entre ambos trabajos es el enfoque, pues mientras que Capital Scandal toma como centro el romance y la comedia, Modern Boy observa los años de dominación japonesa con mucha más seriedad.
Al final del día… Capital Scandal me gustó, mucho, pero me hubiera gustado que enfocara un poco más la realidad diaria de los coreanos, y de los movimientos revolucionarios. Más allá de la rigurosidad histórica, aún así, el drama no tiene pérdida.
Seon Woo Wan, un “chico moderno”, acostumbrado a las ideas y la usanza occidental, un playboy capaz de conquistar a ‘cualquier mujer de la Capital – no, del País’ se ve envuelto en una apuesta indeseada: conquistar a la última mujer del Joseon. Estricta y con el corazón lleno de ideales de independencia, Na Yeo Kyung no tiene tiempo para pequeñeces como el amor, no cuando su amado país sigue bajo las garras del Imperio Japonés. La suerte parece no estar del lado de Woo Wan esta vez - ¿pero qué le vamos a hacer? Definitivamente, absolutamente tiene que ganar, o sino no sólo perderá su auto, sino que tendrá que convertirse en un “Luchador de la Independencia”… Ahora bien, lo que a Wannie no se le ha ocurrido es que Na Yeo Kyung termine conquistándolo a él.
Cha Seung Joo, ‘el alma gemela’ de Woo Wan, observa todo con una sonrisa. Se trata de la Cortesana más famosa de la Capital, una verdadera celebridad, buscada por el hombres de más alto rango del Joseon. Es la “líder” de la Casa de Cortesanas, en donde Woo Wan prácticamente se ha hecho su hogar. Seung Joo está interesada en el resultado de la apuesta, no sólo porque ella también ha apostado unos kilos de arroz, sino por motivos personales. Un inspector de la policía y partidario de los japoneses, Lee Su Hyun, toma interés en Na Yeo Kyung y en la apuesta sobre la cual la Capital entera parece estar enterada, excepto ella misma. Sobretodo porque el actor principal, Seon Woo Wan, era un amigo de su infancia, de aquellos tiempos cuando su hermano mayor y amigo de Su Hyun aún no había muerto. Woo Wan aún llora por la muerte de su hermano, activista por la liberación de Joseon, y culpa a Su Hyun por ello.
Sin embargo, en esta época de traiciones y maquinaciones, de intrigas y romance a escondidas, nada es lo que parece…
Ah… Romance y Charleston. Cómo en el mundo podría negarme a ver esto? Lo que es más, intrigas, política, revolución, espías… estas son mis clases de historias, de esas que si fueran un libro me sentaría a leer en una noche fría, con una luz amarillenta, pálida (por mucho que me arruine los ojos) y una gran taza de chocolate. Además, tiene a Kang Ji Hwan y a Ryu Jin! Siento gran debilidad por ellos.
Pero no lo voy a negar. El Charleston me compró.
Sin embargo, al poco tiempo de empezar, mi cerebro comprendió que Capital Scandal no iba a tener toda la profundidad que esperaba. Por ejemplo, la estación de policía: excepto unos pocos coreanos trabajando allí, el resto eran japoneses – y sin embargo hablaban un coreano fluido? Lo que es más, el jefe de policía y su esposa, ambos japoneses, hablaban en coreano. Entre sí. Soy consciente de lo difícil que es conseguir un acento fluido en cualquier idioma que no sea el propio, así que entiendo perfectamente la licencia literaria, pero… aún así, fue una molestia.
Las fuerzas japonesas, también, dejaron algo que desear… no que realmente les deseara dolor a los miembros de la resistencia, pero, bueno, el tema me gusta y me he visto varias películas que me hacen pensar que nuestros policías en Capital Scandal son demasiado suaves. Por no mencionar, que el aire que se respiraba en el drama era muy diferente al de un país usurpado por el enemigo. En el rigor de la palabras, si Yeo Kyung realmente hubiera vivido en el Joseon de aquella época – aún no se llamaba Corea –, hubiera muerto en un santiamén: no podría haber hablado ni la mitad de libre y despreocupadamente de lo que lo hace en el drama sin que algún espía la vendiera a la policía por algunas monedas más.
Pero bueno, dejemos los defectos (últimamente parece que siempre empiezo con lo malo), y hablemos de lo bueno, porque hay muchas más cosas buenas que defectos.
La historia es muy original, y apasionante. Los primeros episodios son algo superficiales, con un humor que no es muy de mi agrado (Woo Wan y Yeo Kyung parecen personajes de un cómic), pero después y a medida que la trama se va desenvolviendo llegamos al meollo del asunto y entonces ya no se puede parar.
La banda sonora es una de mis favoritas, con una influencia clara de la música de esa época, y con la variedad justa. Hay temas en particular que de sólo escucharlo me traen escenas a la mente y me dejan emocionada.
Capital Scandal es un drama que cada tanto me regresa a la cabeza, y siempre que pienso en él me quedo en silencio, recordando, saboreando…
(Amo lo que han hecho con estas fotos~)
Me enamoré de todos y cada uno de los protagonistas, algunos a los que amé amar, y otros a los que amé odiar. Fueron todos muy buenos actores, algunos me dieron grandes sorpresas – Choi Philip, cuando te reconocí casi me da un infarto, no pensé que fueras el mismo de Soulmate – y otros me mataron de risa – Kim Hye Ok, mientras escribo esto pienso en su rol en Bad Guy y después en su papel aquí, como Sachiko… pfff! –; estoy segura de que no hubiera sido lo mismo si los actores fueran diferentes.
Aquí viene mi segundo problema… no soy ciega, sé que los protagonistas “principales” de Capital Scandal son Seon Woo Wan y Na Yeo Kyung (de hecho, cuando lo vi la primera vez lo hice porque aparecía Kang Ji Hwan, sólo lo conocía a él), pero no pude evitarlo: Cha Seung Joo me conquistó de un modo en que jamás se me hubiera ocurrido. Continuaremos con ella después, pero están advertidos.
Na Yeo Kyung - “Jo Ma Ja”, la última mujer del Joseon. Siempre vestida con una camisa blanca y una falda negra (excepto en situaciones acuciantes), es una muchacha con un temperamento tan fuerte como vulnerable. No puedo imaginarme a otra Na Yeo Kyung que no sea Ha Ji Min. Esos ojos de venado inocente, sus gestos faciales, lo pequeñita que es (hay un episodio en el cual está al lado de unos niños, y tienen casi la misma altura!), todo contribuye a su personaje.
A pesar del cariño que le tengo, no encuentro muchas palabras para hablar de ella. Es un personaje bastante directo: idealista y confrontadora, siguiendo los pasos e ideales de su padre muerto, profesora, termina enamorándose de Woo Wan y aceptando que quizás es posible ser feliz, aún bajo el control de los japoneses.
Seon Woo Wan… hubieras sido muy fácil de odiar, o al menos de resultar irritante, de no haber sido por Kang Ji Hwan. Me encanta la transformación de su personaje, desde comienzo a fin, pasando por sus mil y un actuaciones a la vulnerabilidad total.
Ji Hwan es un actor excelente, de eso no hay duda – y es un placer ver que sigue evolucionando, pero en Capital Scandal aún depende mucho (a mi parecer) de su voz y de aspavientos de manos para transmitir sus emociones.
O sea… WOO WAN.GRITA.MUCHO. Yo soy una persona gritona, viene con mi personalidad, y créanme que molesta al oído cuando los gritos son forzados. Había situaciones en la que estaba bien que gritara, pero otras tanto en las que sólo me hizo entrecerrar los ojos y bajar el volumen, en vez de absorberme.
O sea… WOO WAN.GRITA.MUCHO. Yo soy una persona gritona, viene con mi personalidad, y créanme que molesta al oído cuando los gritos son forzados. Había situaciones en la que estaba bien que gritara, pero otras tanto en las que sólo me hizo entrecerrar los ojos y bajar el volumen, en vez de absorberme.
Eso sí, Wannie… porqué tantos trajes horribles? Eran más que excéntricos, eran, eran… un sacrilegio para la moda, deberías haberlos incinerado.
Su historia con Lee Su Hyun me encantó, sufrí cada momento, cada instante, cada mirada; estuve allí con él, sintiendo lo mismo que él en cada escena, y fue un placer. Oh, y qué me dicen de su relación con Seung Joo? Las escenas entre Seung Joo y Woo Wan tienen todos los rangos: graciosas, tristes, conmovedoras, pícaras, furiosas.
Tenían una química muy interesante, ambos personajes. Tal y como dicen, la forma en que se complementan es como la de dos almas gemelas, “soulmates”.
Cha Seung Joo… lo admito, me enamoré del personaje. Es imposible ver una escena con ella y no sentirte atraída hacia esa aura de carisma y sofisticación, de intriga, de misterios… No he visto muchos trabajos de Han Go Eun, pero creo que éste ha sido su mejor papel hasta la fecha. Logró captar el encanto de una “Cortesana”, con la combinación perfecta entre frialdad y dulzura para convertirla en una mujer a admirar, resuelta, cálida pero distante – y con un gran sentido de la moda.
Toda la variedad de vestuario que le falta a Yeo Kyung es compensada por Seung Joo, a quien se la ve usando tanto trajes tradicionales (dentro de la Casa de Cortesanas) como bellísimos conjuntos occidentales, siempre impecable.
No quiero hablar de más para no estropear la historia a quienes no lo hayan visto aún, pero voy a decir que hacia la mitad, mi interés comenzó a alejarse de la parejita Woo Wan/Yeo Kyung para concentrarme en ella, su vida, sus decisiones – y claro, también sus problemas con el romance, aunque de nuevo, no quiero entrar en muchos detalles. Siento que es el personaje mejor desarrollado, el más profundo de todos.
Hasta el día de hoy, sigo diciendo que ella es mi personaje favorito. De hecho, [y aquí voy a escribir un SPOILER así que están todos avisados, es un gran SPOILER] una parte de mí hubiera preferido incluso que Yeo Kyung tomara el lugar de Seung Joo al final [/SPOILER], pero aún así, mi cariño hacia ella y hacia la historia no se ve afectado.
En uno de los últimos episodios, Yeo Kyung le pregunta si puede llamarla “unni” (hermana mayor), y lo cierto es que cuando pienso en Cha Seung Joo, yo también le digo así.
Amo a Ryu Jin, y no exactamente de la misma forma que amo a Cha Seung Joon – esto es menos artístico, menos platónico y más… bueno, ya saben. Pero eso no cambia que Ryu Jin es un gran, menospreciado actor, con una fuerza y una expresividad más sutil pero no por eso menos impactante.
No sé, será la fan interna hablando…? Este fue el papel en el que lo conocí, después de todo, y por aquél entonces era bastante imparcial… me gustó mucho el personaje de Lee Su Hyun, este policía de aire nostálgico. Como ya dije, sufrí junto a Woo Wan cama momento de su relación con Su Hyun, sintiendo exactamente lo mismo que él, rogando por unas pocas palabras que pudieran tranquilizar mi mente.
Y también, claro, tenía otra preocupación… pobrecito mi Ryu Jin, no quería que le rompieran el corazón, pero si llegaba a enamorarse de Yeo Kyung…
Pero más allá de las parejas, lo que adoré de Capital Scandal es que se tomaran el tiempo de profundizar en cada protagonista por su parte, y al mismo tiempo de conectarlos entre sí. Tan a menudo son los “protagonistas secundarios” relegados a simples instrumentos para unir/separar/motivar a la pareja principal, que cuando podemos verlos como personas con sus propias historias, siempre es digno de aplaudir.
Y con ellos no termina la historia. Son tantos más los personajes que dan vida al drama, desde los detectives, In Ho, Keun Duk, el resto de las mancebas (una forma muy arcaica de decir prostituta) de la Casa de Cortesanas, los periodistas de Jirashi, Sachiko Ueda – fuente incansable de risas, más allá de lo que nadie diga – los padres de Woo Wan, la madre de Yeo Kyung… tengo a todos los personajes en el corazón.
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Capital Scandal es un drama que tambalea un poco en sus fundamentos (históricos y lógicos), pero con mucho espíritu y carisma. No se caracterizará por un guión increíble – excepto unos diálogos aquí y allí, el resto no es nada del otro mundo – pero tuvo la suerte de hacerse con un reparto excepcional.
Disfruté mucho de la historia, y después de los primeros dos episodios, aproximadamente, la comedia y el drama consiguen un buen equilibrio, con momentos de tranquilidad y de tensión bien medidos.
La banda sonora es un placer para los oídos, con las pistas muy bien seleccionadas para cada ocasión, y si bien la ambientación no me terminó de convencer, sí me terminé enamorando de distintos lugares, como la Casa de Cortesanas o la oficina de Jirashi.
A observar! Cha Seung Joo y Lee Su Hyun. Juntos o por separado, me conquistaron sus personajes, que a veces me parecieron incluso más atrapantes que Woo Wan y Yeo Kyung. Lee Su Hyun y sus momentos con Woo Wan. La tropilla de Jirashi. Sachiko y sus rabietas.
Sentí que el último episodio había perdido algo del “envión” de los episodios anteriores, fue algo aburrido en comparación, pero eso no significa que haya sido malo – es más, quizás yo sea la única en pensar así, porque tiene mucha acción. El final tiene una bonita forma de cerrar la historia, de un modo que hará recordar al comienzo del primer episodio, y que seguramente traerá una sonrisa al rostro de la mayoría.
Puntuación Final: 8.8/10
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