Decidí ver este drama porque se alejaba de la fórmula común. Terror y elementos folclóricos en un sageuk, guión ganador en un concurso, y posters promocionales que – considerando la premisa principal – me resultaron muy interesantes fueron todas razones que me convencieron de seguirlo.
No todo fue como esperaba. Por ejemplo, esa escena del poster? Nunca sucedió. ¿A qué intentaba hacer referencia? Hubo menos terror y más melodrama, episodios inútiles, personajes de más… Gumiho: Tale of The Fox’s Child tuvo muchos defectos, pero no es un mal drama. Más desquiciante de lo que me hubiera gustado, pero atrapante.
Había una vez, una gumiho que decidió dejar con vida a un hombre humano, a cambio de que éste jamás hablara de su encuentro. El hombre, temeroso, prometió nunca mencionarla – y casi sin creérselo conservó su vida. Poco después conoció a una hermosa mujer, tan hermosa como pocas, se casó con ella y tuvieron una adorable hija. Tenían una vida tranquila, a veces difícil, pero en paz. Un día, el hombre regresó a casa algo bebido, e inspirado por la tenebrosa noche, comienza a narrarle los sucesos de hace casi 10 años – casi, prácticamente 10 años. La esposa se da vuelta, alarmada, e intenta detenerlo… pero ya es tarde, ha quebrado su promesa. Y el “monstruo” vuelve a aparecer, loco de furia: todo aquél tiempo, sin saberlo, había estado casado con la misma gumiho que lo dejara vivir, bajo promesa de llevarse el secreto a su tumba.
“Si una gumiho encuentra a un hombre honesto, que mantiene su palabra, y pasa 10 años junto a él, podrá volverse humana”, le contaba la hermosa esposa a su adorable hija, cada noche, esperando aquél ansiado aniversario cuando finalmente podría alcanzar la humanidad. Pero su esposo le ha arrebatado esa oportunidad, y su adorable hija, que podría ser humana, ahora está condenada a convertirse en una gumiho al cumplir 10 años. Enfurecida y con el corazón roto, la gumiho y su hija dejan el pueblo y se van.
En otro lugar, un padre busca enloquecido alguna cura para la terrible enfermedad de su hija. Un chamán le ha advertido - “Su hija no sobrevivirá, a menos que usted encuentre a otra niña, que haya nacido el mismo día y a la misma hora que ella – y le dé de comer el hígado de ésta”. La sola idea lo enfurece, nunca haría algo así… pero su hija empeora día a día. Y la niña de la hermosa mujer que rescató días atrás parece estar indudablemente vinculada a la suya propia. Será posible…?
Una historia de amor, terror, y qué tan lejos puede llegar un padre o una madre por el bienestar de sus hijos.
Como ya dije, la premisa del drama prometía mucho: al final del primer episodio estaba completamente interesada en el resultado de la historia – los protagonistas, el padre y la madre, y el destino de sus hijas en juego, donde una tiene que morir para que la otra siga con vida. No podía ver ningún final feliz para esto, y fue eso lo que lo hizo tan interesante.
Mi primer problema es la primera mitad es lenta. Gumiho: Tale of the Fox’s Child es un drama de 16 episodios – que hubiera sido mucho más apasionante si lo hubieran recortado a 13, 12 episodios. Hay un episodio en particular, donde el espectador tiene que pasar por 70 minutos de persecución en un bosque. 70 minutos. Es una pena que jamás llegaremos a conocer qué contenía el guión ganador del concurso, porque mis apuestas van a que hubo un cambio de dirección en algún momento durante la producción.
El segundo problema es que tiene demasiado drama para mi gusto. Y no precisamente necesario. En los momentos de tranquilidad, cuando todos son felices – o al menos están en paz – el drama es delicioso. Tiene unos colores hermosos, los trajes son muy bonitos y la escenografía está muy cuidada (los lugares exteriores, en especial, son deslumbrantes), pero recién comenzamos a disfrutarlo todo cuando ya regresan los GRITOS. Y LAS LÁGRIMAS. Y LOS DESFALLECIMIENTOS.
No me malentiendan: los últimos episodios tienen mucho drama, que te angustia y te deja ansioso, pero es atrapante porque corresponde a los hechos. Al comienzo, sin embargo, siento como si los escritores no sabían qué hacer para arruinarle la vida a Gu San Daek (la gumiho) y su hija, Yeon Yi, y las empujaban de situación mala en situación mala.
Los disfraces y el maquillaje para las transformaciones dejan qué desear, pero no estaba esperando más, y realmente no molesta una vez que te acostumbras.
Y ni siquiera es realmente de terror. Sí, hubo algunos momentos en que salté en mi asiento, y se me escaparon algunos gritos, pero son los menos. Hacia el final tampoco sientes mucho miedo, porque al estar del lado del “monstruo”, sus apariciones no aterran.
Además, hay personajes que francamente, me parecieron que estaban de más. El sirviente mudo, a quien adoré desde el principio y a quien los guionistas deberían haber aprovechado porque es genial; el exorcista/asesino (podría equivocarme, pero creo que el personaje no dijo ni 20 oraciones), son los que más me decepcionaron. Entiendo su utilidad, pero me molestó que sus roles se vieran reducidos a simples herramientas de la trama, apareciendo y desapareciendo según conviniera (y créanme, a veces desaparecían de forma abrupta y ridícula).
Otra cosa que me molestó fue la falta de explicación satisfactoria de algunas cosas, aunque no sé si esto es tanto un defecto del drama como una molestia personal, porque es posible que haya sido intención de director que fuera la audiencia quien sacara sus propias conclusiones.
Ahora hablemos de lo bueno. La lentitud de la historia, el mayor defecto del drama, se torna también en su mayor aliado. Gumiho: Tale of the Fox’s Child se toma su tiempo para asegurarse de que nos encariñemos con los personajes, que realmente formemos conexiones con ellos, y que nos importe qué les va a suceder. No puedo hablar mucho de esto sin revelar sucesos importantes, pero digamos que pocas veces he disfrutado tanto de las maquinaciones de un personaje. Por cierto, si van a ver el drama les recomiendo que no busquen mucha información de él por ahí, porque algunas descripciones que he leído tienen spoilers importantes y arruinan todo.
La actuación es realmente buena, sobretodo por parte de las niñas – quienes son, sin duda alguna, las estrellas del show. Hubo actores que me sorprendieron con sus personajes, tan distintos a los roles que normalmente acostumbran a tomar. Gracias a una gran actuación y gran dirección, pudimos apreciar los conflictos emocionales y psicológicos de los personajes a la perfección.
Ya mencioné los escenarios y los paisajes, pero siento que tengo que volver a recalcarlo: la naturaleza parece estar hecha de magia en este drama. El verde de los bosques, el agua, las rocas, las flores… es como si estuvieran recubiertos por una capa de poesía.
La banda sonora… no es magistral, a decir verdad, pero esa es la primera palabra que se me viene a la cabeza cuando pienso en ella. La producción hizo un gran trabajo a la hora de elegir el momento para usar cada una. Por ejemplo, la canción “Sang Sa”, 상사, me parecía simplemente bonita al comienzo pero ahora me conmueve de pies a cabeza, y si estoy especialmente emocional hasta hace que me salgan lágrimas. Si soy sincera, voy a admitir que durante los episodios más pesados, fue mi amor hacia la banda sonora lo que me motivó a seguir.
Los actuares resultaron cruciales para el drama. (Sé que siempre digo lo mismo, pero esta vez es en serio xD) Las actrices que interpretaron los papeles de Yeon Yi y Cho Ok son irremplazables, e incluso mejor que varios de sus colegas adultos. Además, el rol de Gu San Daek es de lejos la mejor interpretación de Han Eun Jung en toda su carrera, quien a pesar de sus casi 10 años en la industria nunca dejó de ser realmente una cara bonita con capacidad mediocre – excepto aquí. Es como si finalmente ha sido capaz de destapar su potencial dormido y, si bien no ha sido deslumbrante, sí dio una gran interpretación, y estoy segura de que este drama le abrirá las puertas a muchos proyectos en el futuro.
Yeon Yi. Un verdadero ángel, esta pequeña que lucha con una “enfermedad”, como llama a los primeros signos de su despertar como gumiho. Kim Yoo Jung es una auténtica veterana, una niña de 11 años y tuvo su primer rol a los 5.
El personaje de Yeon Yi es la luz de Gumiho: Tale of The Fox’s Child – y con toda la razón del mundo. Ella trae el alma a la historia, al punto tal que cuando no está presente, o por poco tiempo, el drama pierde parte de su atractivo.
Las escenas madre-hija entre ella y Eun Jung son muy lindas, especialmente las del “hilo y la aguja”, o las de la canción.
A algunos puede molestarles el romance de cachorrito entre Yeon Yi y Jo Jung Gyoo por la diferencia de edad entre los actores, pero qué puedo decir, me encantan. Cada vez que había una escena entre ellos mi corazón se enternecía y no podía dejar de soltar grititos – le trajeron felicidad a mi alma.
Agradezco al drama el haberme presentado a Lee Min Ho – no el de Boys Over Flowers – un joven actor relativamente nuevo. Su Hung Gyoo era la dulzura personificada.
Cho Ok, la hija malcriada de Yoon Doo Soo. Seo Shin Ae, si bien no tiene tantos trabajos previos como Yoo Jung, es increíble. Su desempeño en el drama fue aún más desafiante que el de su compañera, por razones de las que no puedo hablar.
El rango que tiene a la hora de mostrar sus emociones es increíble para alguien de su edad, y es otra muestra de que los niños actores no tienen nada que envidiarle a los adultos. En un momento era molesta, después adorable, después horripilante, triste…
Cho Ok es completamente diferente de Yeon Yi, dos extremos opuestos.
A lo largo de los episodios la odié, me dio pena, me divirtió y hasta llegué a ver porqué también se la podía amar. Un filósofo griego dijo que el mal proviene de la ignorancia, y que nadie es malo por ser malo, sino por ser ignorante. No sé si esto será completamente cierto – pero es cierto para Cho Ok.
Gu San Daek, nuestra gumiho. Han Eun Jung me sorprendió en una forma que jamás lo hubiera pensado. Miro atrás, a su interpretación en Full House, y no la reconozco. Ha mejorado muchísimo, y si bien las niñas serán quienes se lleven cualquier premio que el drama pueda recibir, sin duda es Eun Jung quien más se beneficiará de haber actuado en él.
Lo que me molestó de su personaje no tiene tanto que ver con ella como con los guionistas, y es que Gu San Daek llora un 80% de la serie. En serio. Menos mal que “llora bonito”. Además, al principio, parecía que todo lo que salía de su boca era “Yeon-aaaaaaah!”, y eso cansa rápido.
Su personaje es bastante débil para ser una gumiho – y no me refiero a físicamente débil, sino a su carácter. Supongo que una de las intenciones del drama era pintar a las gumiho con un aire más humanizado, y qué mejor para ello que una madre dedicada, pero su rol me pareció demasiado pasivo para mi gusto. Recién hacia el final cobró un poco de la fuerza que yo había esperado.
Odio a este hombre, Yoon Doo Soo. No porque fuera el malo (aunque el jurado aún lo está deliberando)… simplemente lo odio. Me cayó mal desde el instante en el que quedó prendado de Gu San Daek.
Creo que gran parte del problema que tuve con este drama fue que se supone que sintamos pena por Doo Soo, que observemos su evolución a lo largo de la serie con comprensión, que odiemos a la madre de Cho Ok y no a él… pero hasta la Señora Yang me cae mejor.
Ya sea eso dicho, me gusta mucho Jang Hyeon Seong. Otro veterano, es uno de esos ahjussis que se vuelve mejor y mejor mientras más pasa el tiempo. Un gran actor, que interpretó a Yoon Doo Soo a la perfección.
Pueden reconocer a Kim Jeong Nan, de Creating Destiny? Físicamente quizás, pero viendo su interpretación como la Señora Yang, parece imposible.
Es la primera vez que la veo en un rol así, tan acostumbrada que estoy a sus personajes cálidos y amables. Fue como un baldazo de agua fría… y me fascinó.
Si soy sincera, hubiera ignorado a Yoon Doo Soo (a pesar de su importante papel como, bueno, protagonista), y sólo escribiera de su esposa, sino fuera porque Hyeon Seong no se lo merece.
La madre de Cho Ok es una mujer tranquila pero despiadada cuando es necesario, y sólo muestra su calidez a su hija y esposo – es decir, hasta que la llegada de Gu San Daek y Yeon Yi disturban todo. Ella es la verdadera demostración de lo lejos que puede llegar una madre por sus hijos.
El chamán Man Sin, interpretado por Cheon Ho Jin, me tuvo rascándome la cabeza durante la mayor parte de la serie. Supongo que esa era la idea. Tengo toda una teoría respecto a la enfermedad de Cho Ok que lo involucra, pero el drama nunca aclaró nada al respecto, así que no la comparto. Por cierto, para los lectores latinoamericanos – Man Sin parece más coya que coreano. Lo miraba y es casi igual a un vecino, jajaja.
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Comentarios Finales:
Comentarios Finales:Releo lo que escribí y creo que fui muy severa con Gumiho: Tale of The Fox’s Child. No soy muy adepta a los dramas dramáticos (si se entiende xD), y éste es muy dramático, por lo que mi juicio no es imparcial – pero no es un mal drama. Es sólo que me pasé la mitad de la serie gritándole a los personajes por las malas decisiones que estaban tomando. Creo que eso dice algo de cuánto me encariñé con ellos.
No será del gusto de todos, pero el romance que hay en el drama es adorable, y lo suficiente conmovedor como para hacerte lloriquear. La música sólo empeora los síntomas.
A observar! Kim Yoo Jung y Seo Shin Ae, las mejores actrices infantiles que he visto desde Moon Geun Yeong. Yeon Yi y su 도련님, el Joven Señor Jung Gyoo. Los paisajes y la banda sonora. Las luciérnagas.
Gumiho: Tale of The Fox’s Child tiene muchos fans, es una historia original, en una representación original, e intentó incursionar en un género inusual, el terror. Si te gustan los sageuks, y no tienes problemas con los melodramas, diría que le des una oportunidad. Al menos para ver algo diferente a lo común.
No me gustó el final. El último episodio tuvo sus momentos, pero los últimos minutos… no sé, siento que no sabían cómo terminarlo. Es consecuente con el resto de la historia, sin embargo – no se van a llevar ninguna sorpresa.
Puntuación Final: 7/10
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