Perdón. Perdón, perdón, debo estar mirando mal… es hiragana lo que estoy leyendo en ese poster? Realmente se trata de una película japonesa el tema central de esta entrada?No me malinterpreten, que me encanta la industria japonesa, pero cuando inicié KCorner me dije que no iba a hablar de Nihon, y que me limitaría a nuestra querida Corea.
Pero mientras me pongo al día y encuentro algo de lo que quiera escribir – estoy tan perdida en cuanto a las novedades se refiere que no sé por dónde empezar – me senté a discutir conmigo misma y a preguntarme por qué no podía hacer una excepción y finalmente darle a Homeless Student la entrada que se merece. Esta película del 2008 no es de las más famosas de Japón y ciertamente no es perfecta, pero desde los primeros minutos sentirás cómo toca una zona sensible de tu corazón. La obra está basada en la novela autobiográfica del comediante Hiroshi Tamura quien, en su adolescencia, se encuentra de un día a otro sin hogar junto a sus dos hermanos y se ve en la dificultad de encontrar algún medio para subsistir, sin volverse una carga para ninguno.
Salvando las distancias, el Estudiante Sin Techo me recordó tanto a la italiana La Vida es Bella en su retrato cómico de las dificultades, y a la japonesa Nadie Sabe – de la que quizás hable algún otro día, si logro que las lágrimas no me ahoguen. A lo que voy: si alguna vez vieron y disfrutaron de estas películas, les recomiendo que no se pierdan ésta.
Hiroshi Tamura es un muchacho común de 14 años – popular, incluso, aunque algo soñador. Lleva una vida de lo más normal, despreocupada, con sus amigos y sonriendo a la chica que le gusta – hasta que un día regresa a casa para encontrarse con que la puerta está cerrada y con que han sacado todas sus pertenencias a la calle. Ni su hermana, unos años mayor que él, o su hermano, un estudiante universitario, saben qué hacer, y la explicación bizarra y completamente desconectada de un padre que viene en bici para avisarles que de ahora en más tendrán que arreglárselas solos no los ayuda en nada a descubrir qué pueden hacer desde ese momento en adelante.
Y ahí tienen la historia, básicamente. Hablar de más sería arruinar el disfrute o la reflexión que puedan sacar de esta película. Las andanzas de Hiroshi en una ciudad que parece demasiado fantasiosa y callada como para ser real pueden parecer a menudo demasiado ligeras como para realmente creer que este muchacho vive en la calle, luchando con el hambre, el frío y la posibilidad de amanecer muerto al día siguiente, pero la relación familiar entre los hermanos, y los sacrificios que están dispuestos a hacer (y que hacen) los unos por los otros es lo que al final termina conmoviendo a todos.
La escena que ven ahí arriba en particular me dejó incapaz de hablar por más tiempo del que me siento cómoda admitiendo.
La película prácticamente no tiene música: en su lugar, hace uso de los efectos de sonido y los ruidos ambientales para enfrentarte al silencio y a la realidad, justo como los protagonistas. Y hay mucho silencio, así que si eres de los que necesitan melodías constantes para pasar el tiempo quizás éste no sea el mejor film para ti.
De los actores no conozco mucho, pero Teppei Koike hizo un gran trabajo como Hiroshi. Algunos critican su aire “desconectado”, pero yo lo aprecié como una queja a los adolescentes actuales de Japón, muchos de los cuales viven sus propias vidas “desconectados” de la realidad.
Otra cosa que me gustó es la… falta de intensidad. Dudo antes de ponerlo así porque hay escenas muy intensas en la película, pero toda la intensidad se genera dentro del espectador. En cierta forma, lo que hace ‘intenso’ a muchos momentos de The Homeless Student es la falta de reacción de los propios personajes. Sin embargo, hace mucho que no la veo, así que puede no ser tan así.
Creo que esta vez escribí algo confuso, jaja. No estoy muy segura de cómo analizar películas, perdón. Pero, para aquellos a los que no espanté aún, les dejo el link de su página en Asia-Team si tienen ganas de verla.
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